Este cipres busca la luz, o busca una aventura, y esto tienes sus riesgo y consecuencias, cuando la curvatura del enhiesto cipres que dijera Gerardo Diego, no sostiene su altura de surtido, se convierte en curva de bayesta como el Duero de Antonio Machado. Y cuando el equilibro lo rompemos todos sufren y sufrimos, porque este ciprés jamás podra enderezarse por el propio peso de la gravedad.