Ficus talado y arrancado. Alicante

jueves, 26 de noviembre de 2015

Bellísimo colores de nubes al amanecer en Alicante del 26 de noviembre 2015


Estos colores de nubes se forman por el viento contario del poniente.
Hay amaneres que recuerdan rebaños de borregos en el cielo que como si éstos se fueran a pastar a los prados sagrados del Cielo, al Paraíso etéreo y cierto de los encuentros con nuestro porvenir.

Atardecer de fuego en Alicante, del día 25 de noviembre 2015


Las tardes de fuego se  van dejando en nuestro corazón un recuerdo del pasado como si en la lejanía de la memoria primitiva estuvieran los volcanes en su momento más convulso.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Los Luises de oro, Francia. Monarquía

Luis XIV de Francia (francés: Louis XIV), llamado «el Rey Sol» (le Roi Soleil) o Luis el Grande (Saint-Germain en Laye, Francia, 5 de septiembre de 1638-Versalles, Francia, 1 de septiembre de 1715), fue rey de Francia y de Navarra1 desde el 14 de mayo de 1643 hasta su muerte, con casi 77 años de edad y 72 de reinado.3 También fue copríncipe de Andorra (1643-1715) y conde rival de Barcelona durante la sublevación catalana (1643-1652) como Luis II.
Luis XIV fue el primogénito y sucesor de Luis XIII y de Ana de Austria (hija del rey Felipe III de España). Incrementó el poder y la influencia francesa en Europa, combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. La protección a las artes que ejerció el soberano Luis XIV fue otra faceta de su acción política. Los escritores Moliére y Racine, el músico Lully o el pintor Rigaud ensalzaron su gloria, como también las obras de arquitectos y escultores. El nuevo y fastuoso Palacio de Versalles, obra de Luis Le Vau, Charles Le Brun y André Le Nôtre, fue la culminación de esa política. Al trasladar allí la corte (1682), se alejó de la insalubridad y las intrigas de París, y pudo controlar mejor a la nobleza. Versalles fue el escenario perfecto para el despliegue de pompa y para la sacralización del soberano.
Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la monarquía absoluta en Europa. La frase L'État, c'est moi («El Estado soy yo») se le atribuye frecuentemente, aunque los historiadores la consideran una imprecisión histórica, ya que es más probable que dicha frase fuera forjada por sus enemigos políticos para resaltar la visión estereotipada del absolutismo político que Luis XIV representaba, probablemente surgiendo la cita «El bien del Estado constituye la Gloria del Rey», sacadas de sus Réflexions sur le métier de Roi (1679). En contraposición a esa cita apócrifa, Luis XIV dijo antes de morir: Je m'en vais, mais l'État demeurera toujours («Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá»).