conspiración de los colores cálido cuando agota su energía
diaria y al depedirse, diciendo adios con una linea blanca
aviso de soledades y noches de ausenicas.
Soledades gongorinas en el poemas
solos
silencio sin tu presencia
solo
Cargado de cadenas
solo...
Y cuando en el destrozo de los colroes del día a la noche
llega con su sábana en la cabeza ya estás noctábula alma
vagando por el silencio de la habitación
sin wl alma tuya. Recuarda mi cuerpo el calor
de tu mano en la mía cautiva de huellas que se fueron
con el sol de los sueños que todo es oscuridad
sin tu presecia y la sangre toma el camino
de la muerte hasta mañana.
Y en la manos tengo un arpa que toca ecos
de un ayer lejano y clásico, un
arma de rasgados papeles in música.
Y llegó Aquiles quien con su espada rompió el arpa
y la paz del mundo armónico.
Ramón Palmeral