Estanque de la casa de Villa Elena, el león nunca se cansa de echar agua, fotografía de Carlos Bermejo.
A veces, el agua es caprichosa como una flor de lot en celo, se deja querer por la luz reflejada y los cielos claro de un Alicante amante del sol y de la playa. Paraíso aquí en la tierra de mil y leche merengada.