Ficus talado y arrancado. Alicante

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ruptura del ritmo visual



Pues de la misma manera que sucede con los sonidos y el oído, también pasa con las imágenes y el ojo. Y entre ellas, la fotografía. Sólo que en este caso, en lugar de hablar de vibraciones, hablamos de elementos visuales (puntos, líneas, formas, objetos...) que se repiten en el espacio de acuerdo a un determinado patrón u orden. Y al igual que en el mundo de los sonidos, el ritmo visual tiene la capacidad de transmitir sensaciones. Todo ellos contribuirá a mejorar mejorar el lenguaje vicual y a conocer mejor los conceptos de belleza y arte.
La ruptura en un determinado punto del ritmo presente en el resto de la imagen, genera tensión y tiene el efecto de concentrar la atención sobre el elemento que rompe el patrón. Este efecto suele ser más acentuado cuanto más abrupta sea la ruptura del ritmo y cuando la ubicación de dicha ruptura se sitúa en uno de los puntos fuertes de tu instantánea.

Almeja encontrada en playas Urbanova (Alicante)

sábado, 15 de octubre de 2011

Billette de 500 pesetas del Cardenal Cisnero

Billete emitido por el Banco de España el 15 de agosto de 1925. Cardenal Cisneros: Francisco Jiménez de Cisneros O.F.M.Obs. o Giménez de Cisneros cuyo nombre de pila era Gonzalo[cita requerida], más conocido como el Cardenal Cisneros (Torrelaguna,[1] 1436 – Roa, 8 de noviembre de 1517). Cardenal, Arzobispo de Toledo y Primado de España, perteneciente a la Orden Franciscana, tercer Inquisidor General de Castilla y regente de la misma a la muerte de Fernando el Católico. A la muerte de Felipe el Hermoso presidió también el Consejo de Regencia que asumió el gobierno sin consentimiento de la reina Juana, hasta la llegada de Fernando el Católico. Véase también: García Jiménez de Cisneros Nació en Torrelaguna, Madrid,[1] en 1436, hijo de hidalgos pobres. Posiblemente fue enviado a la cercana villa de Alcalá de Henares en su adolescencia a hacer estudios de gramática; los continuó en el Colegio Mayor de San Bartolomé en Salamanca; de allí pasó a Roma en donde fue ordenado sacerdote. Tras el fallecimiento de su padre, regresa a España y consigue el arciprestazgo de Uceda, enfrentándose con el arzobispo de Toledo, lo que significó el encarcelamiento de don Gonzalo por el arzobispo Carrillo durante algunos años. A pesar de su reclusión, Cisneros no renunció a su cargo, en el que fue mantenido por el cardenal Gónzalez de Mendoza, aunque el encierro debió de durar poco tiempo según se deduce en algunas biografías, pues poco después, en 1478, Cisneros era capellán mayor de la catedral de Sigüenza. Sufrió una profunda crisis espiritual que le llevó a entrar en la orden de los franciscanos; fue entonces cuando sustituyó su nombre de Gonzalo por el de Francisco en honor a San Francisco de Asís. Se encerró en el convento de la Salceda y durante siete años llevó una vida monacal. Isabel la Católica tuvo en Cisneros no sólo un confesor, también un consejero. Al morir la reina, Juana I de Castilla y su esposo Felipe de Habsburgo fueron nombrados reyes de Castilla. El 24 de septiembre, un día antes de la muerte de Felipe I, los nobles acordaron formar un Consejo de Regencia interina para gobernar provisionalmente el reino presidido por Cisneros y formado por el Almirante de Castilla, el Condestable de Castilla, Pedro Manrique de Lara y Sandoval duque de Nájera, Diego Hurtado de Mendoza y Luna, duque del Infantado, Andrés del Burgo, embajador del Emperador, y Filiberto de Vere, mayordomo mayor del rey Felipe.

Julia y Ramón afincados en Alicante

Calle del Carmen casco viejo de Alicante

Sello de Miguel Hernández ampliado en ordenador

La Santa Trinidad en el puerto de Alicante

Capitel columna en zona puerto de Alicante

Contraluz con cuadro de Palmeral

Sombrero dentro de una farola rota (Alicante)

viernes, 14 de octubre de 2011

Nido de ametralladora entre Torrellano y Alicante






Nido de ametralladoras de la guerra civil situada entre Torrellano y Alicante, por la carretera de Elche.